JESÚS Y
EL CAPITÁN ROMANO… (Lc 7:1-10).
El Evangelio es muy cuidadoso a la hora de presentar este
relato tan conocido y el cual el catolicismo Romano incluye en la Liturgia de
la Comunión, estamos hablando ante toda consideración de la Profesión de Fe de
aquel Hombre que consigue que los Judíos particularmente intercedieran por él,
algo que sin duda no era muy recurrente dada la relación de ocupación romana y
de Gentilidad por parte de aquel Hombre que bien podría ser un Prosélito, la
Profesión de Fe en la Persona de Jesucristo es totalmente Intuitiva y hace
parte de lo que Jesús generaba en los corazones dispuestos que entraban en
contacto con Él…
Los judíos tenían en este Hombre un defensor de sus
Tradiciones y un Proveedor a sus
necesidades como es descrita su relación con el Pueblo, la Amistad y Fraternidad
que le mueve a pedir por la Salud de su siervo lo demuestra, este poder de
Intercesión es escuchado siempre por Dios sin tomar distingo alguno que la Fe
como Confianza y Humildad para aceptar y recibir, esta escena es bien
interesante porque nos ubica en la Intención de este Evangelio, estamos
hablando de la expansión a los gentiles que están representados en una FIGURA DE AUTORIDAD E INSTITUCIONALIDAD DEL
IMPERIO ROMANO, Lucas manda un Mensaje de Universalidad que llevará el Evangelio
a los confines de este Imperio sacándolo de Jerusalén asegurando así su
sobrevivencia a corto plazo, aquel
romano es solo un ejemplo de la manera abierta y sin distingo alguno como el
Salvador desarrolla su Ministerio, la Autoridad es determinante porque asume la
aceptación de la propia en Jesús, aquel servidor romano muestra como la
Autoridad de Jesús supera cualquier tipo de condicionamiento Social impuesto
por las Tradiciones de Israel, si los Hebreos tienen prosélitos la figura del Salvador
tendrá lo propio, el ser o no Dignos de recibir al Salvador es algo que solo
compete a Jesús y a la fuerza de su
Evangelio. El Oficial romano percibe con antelación que la Salvación está
llegando a su casa y que solo es necesaria la expresión de su Sentir para dar
pie a la intervención de Dios… NO ES EL PROBLEMA ES NUESTRA ACTITUD DE FE LA QUE
GENERA LA RESPUESTA DE DIOS, la necesidad que describe este Evangelio se
afirma en la categoría de quien solicita por decirlo así de la Misericordia de
Dios, cuando la Fraternidad se toma por asalto nuestras vidas es posible
visibilizar al otro y ser consciente de sus limitaciones en este caso concreto
de su Enfermedad que al caso el Evangelio no especifica y no lo hace puesto que
el objetivo es llevar a Cristo a tocar esta Realidad tan nuestra y buscar en su
Gracia el REMEDIO DEFINITIVO. La escena no transmite una preocupación latente
frente al encuentro con el Salvador más bien nos deja ver la convicción que
aguarda y tiene como segura la manifestación del Milagro, solo una experiencia
de Fe tal es capaz de estar segura de una respuesta tal… Jesús comprende la
magnitud de lo acontecido y responde a la iniciativa del Oficial romano,
nosotros vemos en su accionar la
coherencia de la espera y la Confianza ante la Respuesta, Jesús obró gracias a
su Misericordia y como respuesta a la Fe Coherente del Oficial romano.
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