CATEQUESIS… CARTAS
JOANICAS, NUESTRO CAMINAR EN LA LUZ DE
CRISTO…
INTRODUCCIÓN.
La reflexión Joanica tiene un matiz bien particular a la hora
de expresar su finalidad y por qué no su fundamento, miremos detenidamente el
versículo (3) de su primera Carta: Lo
que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en Comunión
con nosotros y nosotros estemos en Comunión con el Padre y con su Hijo
Jesucristo… Juan ve en el Signo de la Comunión algo mayor que lo referente
a la doctrina o Intencionalidad del Creyente, está motivado y desde su
experiencia plantea la necesidad de un principio de Comunión afincado en la
Verdad de vida y su contenido de Espiritualidad, para el Vidente de Patmos la acción de OÍR, VER Y TOCAR es la fuerza componente de la Intención de esta Carta
(primera) y que motiva las posteriores, solo quien vive la Intimidad de su Fe
llega a un nivel de familiaridad que puede expresar en Plural una Realidad tan
personal que está llamada a trascender, estas Cartas son el reflejo de la capacidad
que tiene la Relación espiritual con Cristo de trascender a todas las facetas
de la Existencia, Juan durante su vida como Discípulo vivió una Relación
muy cercana casi que Intuitiva frente al Salvador, bien podríamos decir que fue
de los pocos cercanos a Jesús que maduró gracias a esta Relación de Fraternidad
encarnando el ideal de todo llamado y posterior Discipulado, fue el Amigo
personal que asistió sin duda alguna al Salvador, que vivió la cercana Muerte
en la Cruz de su Señor pero su Fe ya había sido fortalecida a diferencia de
personajes como Pedro, Juan disfrutó de una Gracia especial como Amigo y
Discípulo que le diferencia de los
demás… Sus Cartas son en consonancia la herencia de tales vivencias y un
derrotero de su concepción del Llamado a vivir el Discipulado hasta las últimas
consecuencias, para Juan no es un MOVIMIENTO
es sobre toda consideración la “manifestación de una Fe madura y comprometida
alimentada por la Revelación del DIOS
AMOR como él lo definiría”.
FUNDAMENTOS DE DOCTRINA
JOANICA.
En la Cosmovisión de Juan (Jn) es vital afirmar la relación
Intrínseca entre la PALABRA REVELADA Y
LA PALABRA PROCLAMADA, el Verbo de Dios que él asocia con Jesús es también
la Comunicación Personal y Cósmica de Dios con la Humanidad, la Palabra como
expresión Volitiva de Dios está en su Mente y se hace Carne por el gran Amor de
Dios por la Creación y en ella la Humanidad, es para este Autor clave entender
que la Palabra indistintamente señala tanto la Expresión de la Voluntad de Dios
como la Persona Adorada de su Hijo N.S. Jesucristo, en esta dirección también
la llama PALABRA DE VIDA como
alusión a la Generación de la misma a partir de la Voluntad Creadora de Dios
Padre, la Palabra es fundamental como Comunicación del Amor de Dios como CAUSA DE NUESTRA SALVACIÓN, no dudemos
por ningún motivo de la Relación vital a partir de la Palabra como Salvación y
como Revelación de la Voluntad de Dios, la Palabra no es solo la conjugación de
un Mensaje o Comunicación es en Juan LA
ACCIÓN MISMA POR LA CUAL DIOS SE REVELA Y ENTREGA A LOS SERES HUMANOS HECHO
SALVACIÓN TOTAL Y TOTALIZANTE. La Palabra materializa el Amor como Don Salvífico
de Dios.
Juan lleva la
connotación de su Testimonio más allá del relato inicial, es decir, no solo es
Testigo por haber visto y compartido con Jesús sino también por haber creído en
Él, esta es la raíz del Autentico Testimonio VIVIR CREYENDO EN EL RESUCITADO, diremos que si Dios permanece en
el Creyente, este también permanece en Dios, la Historia personal toma el rumbo
de la Trascendencia cuando afirmamos su permanencia en Dios, Juan ve en la FE y en el AMOR
FRATERNO un Signo inequívoco de esta
relación de Trascendencia, es aquí donde el Mensaje Joanico ubica la COMUNIÓN
ya instrumentalizada bajo la acción de la Relación Salvífica de Dios
con la Persona Humana, la LUZ como
en su Evangelio expresa la Verdad Revelada y la forma coherente de vivirla en
medio de la Fraternidad que expresa su elevada Comunión, mientras que el pecado
engendra la oscuridad que sin duda es todo lo opuesto a la relación Salvífica,
en esta semblanza de su pensamiento aparece la figura del Resucitado como lo
hace en Pablo, Cristo es el gran intercesor que tenemos ante el Padre Dios, y
esta Victima es descrita bajo el esquema conocido de la Tradición Judía, el cristiano debe romper con el pecado y vivir
según la Regla Evangélica, es decir, condensar todo bajo el Signo del
Evangelio, es claro en Juan que el Amor que verdaderamente importa no es el que
nosotros tenemos por Dios sino el Amor que Dios tiene por cada uno de nosotros,
el Autor de estas cartas usa expresiones que aseguran tal afirmación: ESTAR EN, PERMANECER EN, sobre los Diez Mandamientos, queda la percepción
entregada por el propio Cristo y su manera de potenciarlo bajo la lectura del MANDAMIENTO NUEVO, los móviles por los
que actúa el Mundo son los que después definirá como el ANTI-CRISTO que básicamente se opondrá frontalmente a las acciones
del Evangelio, desde esta perspectiva cualquiera que se oponga al Evangelio es
posible considerarlo un “Anti-Cristo”, la Luz de Cristo brilla entre nosotros y
el Creyente debe a si mismo guardarse del Mundo que aquí es el escenario de lo
hostil, es pues una alusión a todo aquello que se opone a la opción que hace el
Bautizado por seguir a su Señor.
Los Dis-valores es todo aquello contrario a la Praxis de la Revelación
de Jesucristo el Hijo de Dios y como oposición al Salvador es factible encontrarlos en todos los estamentos de nuestras
Sociedades sin importar la Latitud, nosotros tenemos el encargo explicito de
vivir los Valores del Evangelio como marca o Identificación frente a los
propuestos por el Mundo (Hostil), para
Juan el Espíritu de Cristo está en su Iglesia y por ende en cada uno de
los Creyentes y es necesario fortalecer esta relación y más cuando encontramos
oposición a vivirla como tal y en cuanto tal. Los bienes terrenos no pueden ser
un distractor en la vivencia Evangélica, el Corazón debe permanecer libre de
los apegos dado que se convierte en el depositario de cuanto es importante
vivir de nuestra Fe, Juan cita los fundamentos de las anteriores enseñanzas
sobre Jesucristo (2,24) y pide que la Verdad de su contenido sea la Brújula que
oriente al Bautizado en su vida.
Juan nos deja bien claro que el pecado rompe o daña
grandemente la COMUNICACIÓN CON
DIOS y si esto ocurre el riesgo de
ser atraído por falsas enseñanzas o pretensiones es muy grande para el Ser
Humano Creyente, ese Germen anunciado
por Juan no es otro que el Espíritu Santo y quienes viven en la Verdad de su
Revelación son tenidos por HIJOS DE
DIOS, Juan insiste en el principio de vida contraria a Cristo, ve en el
Mundo la Antítesis de la Palabra Revelada, ve en esta contradicción la
presencia del mal encarnado por el “diablo” el opositor a la vida en la Verdad,
Juan establece diferencias entre el ESPÍRITU
DEL MUNDO Y EL ESPÍRITU DE DIOS, esta Doctrina no es nueva para Juan él la
conoce ya presente en las tradiciones judías, es posible establecer un paralelo
entre el Amor a Cristo y el Amor de Dios a Israel, estos amores son la manifestación
de la Voluntad Salvífica de Dios a la Humanidad, quien sigue a Cristo está
preparado para este discernimiento. Digamos que la condición natural de los
Hijos de Dios es el Amor y la disposición para amar a los otros Hijos de Dios,
este Amor es la MATERIALIZACIÓN DEL
TEMOR RELIGIOSO DEL CREYENTE, el Amor es también Respeto al Mensaje del
Evangelio.
Las metáforas de Juan son bien interesantes aunque no
tengamos conocimiento de quien es o a quien se dirige particularmente más allá
de lo evidente (5,1) alude a la MISERICORDIA como no acontece antes en
sus relatos, esta Misericordia es fruto de la CARIDAD y la Caridad de la
madurez doctrinal del Vidente de Patmos, es muy probable que esta Carta la
primera fuera escrita durante su estadía en EFESO…
SÍNTESIS SOBRE LA
PRIMERA Y SEGUNDA CARTA.
·
El
fundamento de la Comunión es el Amor Fraterno.
·
Palabra
Revelada y Palabra Proclamada.
·
El Mandamiento Nuevo es el Culmen de
las enseñanzas Evangélicas en el carácter del seguimiento de Cristo.
·
El
Mundo es todo lo Hostil al Evangelio y por ende a Cristo.
·
El
diablo es todo lo contrario a la Doctrina sobre el Amor.
·
LA NEMESIS DEL EVANGELIO ES LO
CONTENIDO EN EL MUNDO.
·
El
espíritu del Mundo es lo opuesto al Espíritu de Cristo.
·
La
Gracia es el fundamento de las relaciones Salvíficas entre los Creyentes o
Bautizados.
·
EL AMOR ES LA MATERIALIZACIÓN DEL
TEMOR RELIGIOSO DEL CREYENTE.
·
Estar
En o Permanecer En, son signo del seguimiento Fiel del Salvador.
·
Misericordia.
·
Caridad.
·
Hijos
de Dios contrarios al Mundo.
·
ANTI-CRISTO, ES TODO LO CONTRARIO AL
EVANGELIO.
·
La
Comunión es un principio que afecta positivamente la vida y el obrar del Creyente.
·
Los
Apóstoles están afirmados bajo la Autoridad del Resucitado y ellos le predican
y enseñan a las Comunidades cristianas.
·
ESCRIBE EN LA IGLESIA DE EFESO.
·
Juan
es Testigo ocular de los acontecimientos de la vida Redentora del Salvador y
tales relatos los combina eficientemente con el Signo de Comunión sin duda
contra los GNÓSTICOS de su época.
·
LA MISIÓN ES MANDATO DEL ESPÍRITU DEL
RESUCITADO.
·
El
paralelismo entre el Mundo y Cristo es fundamental para marcar la pauta en el
proceder de los Hijos de Dios.
·
LA LUZ ES LA GRACIA QUE ESTÁ EN TOTAL
OPOSICIÓN AL MUNDO Y SUS PARADIGMAS.
TERCERA CARTA DEL APÓSTOL SAN
JUAN.
El saludo de esta última carta
muestra la intención de la misma, el termino Presbítero es ya muy conocido en
este momento de la Iglesia Primitiva, Juan también cita a Predicadores
ambulantes enviados a las Iglesias de Asia menor, estos Hombres sin duda asumían
el Ministerio de reforzar a las Iglesias según sus necesidades, su Ministerio
es visto desde la perspectiva del Amor por Cristo y su vivencia a partir de las
enseñanzas que ellos están llevando a las Iglesias que visitan… El que obra el
mal no ha visto a Dios (11) es el Evangelio la obra de la Verdad que es
anunciada sin ningún temor o limite distinto al impuesto por la Caridad, Juan envía
estas Cartas con una finalidad y es precisamente acercarse a quienes están en
si sumergidos en la Misión del Anuncio y darles animo así como a sus
Comunidades las que deben tener conciencia sobre esta Misión impuesta por el
propio Cristo (5-7). La Doctrina Joanica tiene su Epicentro Pastoral a partir
de la necesaria Identidad del Creyente en orden a Cristo y su Iglesia, esta
Eclesiología es determinante en la concepción de la personal Salvación.
EN PERSPECTIVA AGUSTINIANA.
El Hiponense habla sobre el
fundamento de estas Cartas y parte como Juan de su primer comentario, lo que
tocamos o palpamos es visto como una Profesión de Fe del propio Juan sobre la ENCARNACIÓN Y EL EVANGELIO, en Juan el
testimonio tomado del griego implica aún más que ser testigos oculares está
implicando el Sacrificio de la Vida (Martirio) el ver nos conduce al Autor de
cuanto existe, el ver es la implicación de la Profesión de Fe sobre el Dios
Creador, sobre aquel que Creando demuestra su Infinito Amor por la Naturaleza y
la Humanidad en ella, estamos reflejando en estas palabras una relación muy Poderosa,
vemos la Relación del Verbo Encarnado con la misma Iglesia, la que toma como su
Esposa, esta Relación de fuerte y único Amor Esponsal es para el Bautizado el
Nicho de su Crecimiento y maduración espiritual. Agustín usa el término SOCIOS para referirse a la vida Eclesial y a nosotros
en ella, este principio expresa nuestra Comunión tanto con el Hijo de Dios como
con la Madre Iglesia por la que desde siempre guardó tanto Amor al punto de
morir en la Cruz, es la visión Cósmica de la Iglesia y su Escatología.
Agustín habla de la forma temporal en
la que Cristo se manifestó a la Humanidad, el Evangelio es la vivencia del que
es Atemporal por Antonomasia, es el Amor
del que es Subsistente por Antonomasia, Cristo es el Abogado dice el Hiponense
y como Abogado implica que defenderá la Verdad presente en nuestras vidas y no
el pecado de nuestras acciones, es decir, aquel que no tiene pecado se ABAJÓ por nosotros para restablecernos a nuestra
condición original, la Perfección de Amor se expresa en el Amor a quienes
no nos aman, la Perfección del Amor está fundamentada en el TOTAL SEGUIMIENTO DE CRISTO Y SU EVANGELIO, la Némesis
de esta Perfección es conocida por el Bautizado puesto que a menor Amor menor Perfección
y mayor disposición por el pecado… El Amor nos vincula a la Luz de Dios que es
su Hijo Adorado, donde hay Luz no puede haber pecado alguno, el pecado es la
imperfección por Antonomasia según el Doctor de la Gracia.
Unidos en Cristo.
Rev. Diego Sabogal.
C.E.T.
Cristoeseltema.blogspot.com
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