lunes, 16 de mayo de 2016

CARTAS JOANICAS... BREVE REFLEXIÓN TEOLÓGICA...

CATEQUESIS… CARTAS JOANICAS,  NUESTRO CAMINAR EN LA LUZ DE CRISTO…




INTRODUCCIÓN.




La reflexión Joanica tiene un matiz bien particular a la hora de expresar su finalidad y por qué no su fundamento, miremos detenidamente el versículo (3) de su primera Carta: Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en Comunión con nosotros y nosotros estemos en Comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo… Juan ve en el Signo de la Comunión algo mayor que lo referente a la doctrina o Intencionalidad del Creyente, está motivado y desde su experiencia plantea la necesidad de un principio de Comunión afincado en la Verdad de vida y su contenido de Espiritualidad,  para el Vidente de Patmos  la acción de OÍR, VER Y TOCAR es la fuerza componente de la Intención de esta Carta (primera) y que motiva las posteriores, solo quien vive la Intimidad de su Fe llega a un nivel de familiaridad que puede expresar en Plural una Realidad tan personal que está llamada a trascender,  estas Cartas son el reflejo de la capacidad que tiene la Relación espiritual con Cristo de trascender a todas las facetas de la Existencia, Juan durante su vida como Discípulo vivió una Relación muy cercana casi que Intuitiva frente al Salvador, bien podríamos decir que fue de los pocos cercanos a Jesús que maduró gracias a esta Relación de Fraternidad encarnando el ideal de todo llamado y posterior Discipulado, fue el Amigo personal que asistió sin duda alguna al Salvador, que vivió la cercana Muerte en la Cruz de su Señor pero su Fe ya había sido fortalecida a diferencia de personajes como Pedro, Juan disfrutó de una Gracia especial como Amigo y Discípulo que le  diferencia de los demás… Sus Cartas son en consonancia la herencia de tales vivencias y un derrotero de su concepción del Llamado a vivir el Discipulado hasta las últimas consecuencias, para Juan no es un MOVIMIENTO es sobre toda consideración la “manifestación de una Fe madura y comprometida alimentada por la Revelación del DIOS AMOR  como él lo definiría”.
FUNDAMENTOS DE DOCTRINA JOANICA.

En la Cosmovisión de Juan (Jn) es vital afirmar la relación Intrínseca entre la PALABRA REVELADA Y LA PALABRA PROCLAMADA, el Verbo de Dios que él asocia con Jesús es también la Comunicación Personal y Cósmica de Dios con la Humanidad, la Palabra como expresión Volitiva de Dios está en su Mente y se hace Carne por el gran Amor de Dios por la Creación y en ella la Humanidad, es para este Autor clave entender que la Palabra indistintamente señala tanto la Expresión de la Voluntad de Dios como la Persona Adorada de su Hijo N.S. Jesucristo, en esta dirección también la llama PALABRA DE VIDA como alusión a la Generación de la misma a partir de la Voluntad Creadora de Dios Padre, la Palabra es fundamental como Comunicación del Amor de Dios como CAUSA DE NUESTRA SALVACIÓN, no dudemos por ningún motivo de la Relación vital a partir de la Palabra como Salvación y como Revelación de la Voluntad de Dios, la Palabra no es solo la conjugación de un Mensaje o Comunicación es en Juan LA ACCIÓN MISMA POR LA CUAL DIOS SE REVELA Y ENTREGA A LOS SERES HUMANOS HECHO SALVACIÓN TOTAL Y TOTALIZANTE. La Palabra materializa el Amor como Don Salvífico de Dios.

 Juan lleva la connotación de su Testimonio más allá del relato inicial, es decir, no solo es Testigo por haber visto y compartido con Jesús sino también por haber creído en Él, esta es la raíz del Autentico Testimonio VIVIR CREYENDO EN EL RESUCITADO, diremos que si Dios permanece en el Creyente, este también permanece en Dios, la Historia personal toma el rumbo de la Trascendencia cuando afirmamos su permanencia en Dios, Juan ve en la FE y en el  AMOR FRATERNO  un Signo inequívoco de esta relación de Trascendencia, es aquí donde el Mensaje Joanico ubica la COMUNIÓN  ya instrumentalizada bajo la acción de la Relación Salvífica de Dios con la Persona Humana,  la LUZ  como en su Evangelio expresa la Verdad Revelada y la forma coherente de vivirla en medio de la Fraternidad que expresa su elevada Comunión, mientras que el pecado engendra la oscuridad que sin duda es todo lo opuesto a la relación Salvífica, en esta semblanza de su pensamiento aparece la figura del Resucitado como lo hace en Pablo, Cristo es el gran intercesor que tenemos ante el Padre Dios, y esta Victima es descrita bajo el esquema conocido de la Tradición Judía,  el cristiano debe romper con el pecado y vivir según la Regla Evangélica, es decir, condensar todo bajo el Signo del Evangelio, es claro en Juan que el Amor que verdaderamente importa no es el que nosotros tenemos por Dios sino el Amor que Dios tiene por cada uno de nosotros, el Autor de estas cartas usa expresiones que aseguran tal afirmación: ESTAR EN, PERMANECER EN, sobre los  Diez Mandamientos, queda la percepción entregada por el propio Cristo y su manera de potenciarlo bajo la lectura del MANDAMIENTO NUEVO, los móviles por los que actúa el Mundo son los que después definirá como el ANTI-CRISTO que básicamente se opondrá frontalmente a las acciones del Evangelio, desde esta perspectiva cualquiera que se oponga al Evangelio es posible considerarlo un “Anti-Cristo”, la Luz de Cristo brilla entre nosotros y el Creyente debe a si mismo guardarse del Mundo que aquí es el escenario de lo hostil, es pues una alusión a todo aquello que se opone a la opción que hace el Bautizado por seguir a su Señor.

Los Dis-valores es todo aquello contrario a la Praxis de la Revelación de Jesucristo el Hijo de Dios y como oposición al  Salvador es factible  encontrarlos en todos los estamentos de nuestras Sociedades sin importar la Latitud, nosotros tenemos el encargo explicito de vivir los Valores del Evangelio como marca o Identificación frente a los propuestos por el Mundo (Hostil), para  Juan el Espíritu de Cristo está en su Iglesia y por ende en cada uno de los Creyentes y es necesario fortalecer esta relación y más cuando encontramos oposición a vivirla como tal y en cuanto tal. Los bienes terrenos no pueden ser un distractor en la vivencia Evangélica, el Corazón debe permanecer libre de los apegos dado que se convierte en el depositario de cuanto es importante vivir de nuestra Fe, Juan cita los fundamentos de las anteriores enseñanzas sobre Jesucristo (2,24) y pide que la Verdad de su contenido sea la Brújula que oriente al Bautizado en su vida.

Juan nos deja bien claro que el pecado rompe o daña grandemente la COMUNICACIÓN CON DIOS  y si esto ocurre el riesgo de ser atraído por falsas enseñanzas o pretensiones es muy grande para el Ser Humano Creyente,  ese Germen anunciado por Juan no es otro que el Espíritu Santo y quienes viven en la Verdad de su Revelación son tenidos por HIJOS DE DIOS, Juan insiste en el principio de vida contraria a Cristo, ve en el Mundo la Antítesis de la Palabra Revelada, ve en esta contradicción la presencia del mal encarnado por el “diablo” el opositor a la vida en la Verdad, Juan establece diferencias entre el ESPÍRITU DEL MUNDO Y EL ESPÍRITU DE DIOS, esta Doctrina no es nueva para Juan él la conoce ya presente en las tradiciones judías, es posible establecer un paralelo entre el Amor a Cristo y el Amor de Dios a Israel, estos amores son la manifestación de la Voluntad Salvífica de Dios a la Humanidad, quien sigue a Cristo está preparado para este discernimiento. Digamos que la condición natural de los Hijos de Dios es el Amor y la disposición para amar a los otros Hijos de Dios, este Amor es la MATERIALIZACIÓN DEL TEMOR RELIGIOSO DEL CREYENTE, el Amor es también Respeto al Mensaje del Evangelio.

Las metáforas de Juan son bien interesantes aunque no tengamos conocimiento de quien es o a quien se dirige particularmente más allá de lo evidente (5,1) alude a la  MISERICORDIA como no acontece antes en sus relatos, esta Misericordia es fruto de la CARIDAD  y la Caridad de la madurez doctrinal del Vidente de Patmos, es muy probable que esta Carta la primera fuera escrita durante su estadía en EFESO…



SÍNTESIS SOBRE LA PRIMERA Y SEGUNDA  CARTA.



·        El fundamento de la Comunión es el Amor Fraterno.


·        Palabra Revelada y Palabra Proclamada.

·        El Mandamiento Nuevo es el Culmen de las enseñanzas Evangélicas en el carácter del seguimiento de Cristo.

·        El Mundo es todo lo Hostil al Evangelio y por ende a Cristo.

·        El diablo es todo lo contrario a la Doctrina sobre el Amor.

·        LA NEMESIS DEL EVANGELIO ES LO CONTENIDO EN EL MUNDO.
·        El espíritu del Mundo es lo opuesto al Espíritu de Cristo.

·        La Gracia es el fundamento de las relaciones Salvíficas entre los Creyentes o Bautizados.

·        EL AMOR ES LA MATERIALIZACIÓN DEL TEMOR RELIGIOSO DEL CREYENTE.

·        Estar En o Permanecer En, son signo del seguimiento Fiel del Salvador.

·        Misericordia.

·        Caridad.

·        Hijos de Dios contrarios al Mundo.

·        ANTI-CRISTO, ES TODO LO CONTRARIO AL EVANGELIO.

·        La Comunión es un principio que afecta positivamente la vida y el obrar del Creyente.
·        Los Apóstoles están afirmados bajo la Autoridad del Resucitado y ellos le predican y enseñan a las Comunidades cristianas.

·        ESCRIBE EN LA IGLESIA DE EFESO.

·        Juan es Testigo ocular de los acontecimientos de la vida Redentora del Salvador y tales relatos los combina eficientemente con el Signo de Comunión sin duda contra los GNÓSTICOS de su época.

·        LA MISIÓN ES MANDATO DEL ESPÍRITU DEL RESUCITADO.

·        El paralelismo entre el Mundo y Cristo es fundamental para marcar la pauta en el proceder de los Hijos de Dios.

·        LA LUZ ES LA GRACIA QUE ESTÁ EN TOTAL OPOSICIÓN AL MUNDO Y SUS PARADIGMAS.



TERCERA  CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN.



El saludo de esta última carta muestra la intención de la misma, el termino Presbítero es ya muy conocido en este momento de la Iglesia Primitiva, Juan también cita a Predicadores ambulantes enviados a las Iglesias de Asia menor, estos Hombres sin duda asumían el Ministerio de reforzar a las Iglesias según sus necesidades, su Ministerio es visto desde la perspectiva del Amor por Cristo y su vivencia a partir de las enseñanzas que ellos están llevando a las Iglesias que visitan… El que obra el mal no ha visto a Dios (11) es el Evangelio la obra de la Verdad que es anunciada sin ningún temor o limite distinto al impuesto por la Caridad, Juan envía estas Cartas con una finalidad y es precisamente acercarse a quienes están en si sumergidos en la Misión del Anuncio y darles animo así como a sus Comunidades las que deben tener conciencia sobre esta Misión impuesta por el propio Cristo (5-7). La Doctrina Joanica tiene su Epicentro Pastoral a partir de la necesaria Identidad del Creyente en orden a Cristo y su Iglesia, esta Eclesiología es determinante en la concepción de la personal Salvación.



EN PERSPECTIVA AGUSTINIANA.



El Hiponense habla sobre el fundamento de estas Cartas y parte como Juan de su primer comentario, lo que tocamos o palpamos es visto como una Profesión de Fe del propio Juan sobre la ENCARNACIÓN Y EL EVANGELIO, en Juan el testimonio tomado del griego implica aún más que ser testigos oculares está implicando el Sacrificio de la Vida (Martirio) el ver nos conduce al Autor de cuanto existe, el ver es la implicación de la Profesión de Fe sobre el Dios Creador, sobre aquel que Creando demuestra su Infinito Amor por la Naturaleza y la Humanidad en ella, estamos reflejando en estas palabras una relación muy Poderosa, vemos la Relación del Verbo Encarnado con la misma Iglesia, la que toma como su Esposa, esta Relación de fuerte y único Amor Esponsal es para el Bautizado el Nicho de su Crecimiento y maduración espiritual. Agustín usa el término SOCIOS  para referirse a la vida Eclesial y a nosotros en ella, este principio expresa nuestra Comunión tanto con el Hijo de Dios como con la Madre Iglesia por la que desde siempre guardó tanto Amor al punto de morir en la Cruz, es la visión Cósmica de la Iglesia y su Escatología.

Agustín habla de la forma temporal en la que Cristo se manifestó a la Humanidad, el Evangelio es la vivencia del que es Atemporal por Antonomasia, es  el Amor del que es Subsistente por Antonomasia, Cristo es el Abogado dice el Hiponense y como Abogado implica que defenderá la Verdad presente en nuestras vidas y no el pecado de nuestras acciones, es decir, aquel que no tiene pecado se ABAJÓ  por nosotros para restablecernos a nuestra condición original,   la Perfección de Amor se expresa en el Amor a quienes no nos aman, la Perfección del Amor está fundamentada en el TOTAL  SEGUIMIENTO DE CRISTO Y SU EVANGELIO, la Némesis de esta Perfección es conocida por el Bautizado puesto que a menor Amor menor Perfección y mayor disposición por el pecado… El Amor nos vincula a la Luz de Dios que es su Hijo Adorado, donde hay Luz no puede haber pecado alguno, el pecado es la imperfección por Antonomasia según el Doctor de la Gracia.


Unidos en Cristo.


Rev. Diego Sabogal.
C.E.T.

Cristoeseltema.blogspot.com 

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