CURACIÓN DE UN CIEGO DE
NACIMIENTO… EN EL CAMINO DE JESÚS.
La visión Soteriológica de Juan ve en la escena de esta curación y su dialogo
generado por la misma en el contexto del Poder de Jesús como Hijo de Dios, y
una postura que supera con creces la vieja concepción de la Enfermedad como
castigo de Dios… Juan es muy claro al indicar que Jesús “Pasaba” y vio la situación
personal de aquel hombre y cómo argumenta un principio de Salvación Universal (Jn 9:1-41), es uno de los textos más complejos
de Juan y los Sinópicos. En este momento solemne los Discípulos le llaman Rabbí y como Maestro de la Ley acuden a
Jesús buscando la ratificación de la misma, pero la respuesta de Jesús siembra
el desconcierto en ellos” Ni él pecó ni
sus padres, es para que se manifiesten en él las obras de Dios “ (3), queda
claro la Intencionalidad Evangélica de establecer un vinculo en el Discurso de Jesús
con la Obra del Padre y desde luego, con la Intimación de su Voluntad en su Hijo, para Juan, Cristo obra unido al
Padre lo que definen los PP. Latinos como las Procesiones Trinitarias Ad-extra
(Donde esta Cristo esta el Padre y el Espíritu Santo y de igual forma con las demás
Personas Divinas, tengamos presente que el Francés Hilario y el Argelino Agustín
de Hipona, definieron las bases para el afianzamiento del Dogma Trinitario).
Retomando nuestra cuestión, Jesús manifiesta con este Milagro
la Misericordia divina y una nueva concepción que vitaliza la Ley Mosaica, en
orden y forma con respecto al Amor para posteriormente proclamar el Mandamiento
Nuevo, y su Universalidad, no es ya la ley del Talión o la Retribución terrena
es la Trascendencia y la Sublimación del
Acto Humano o Ética cristiana.
La simbología del Día y su urgencia antes de que caiga la
noche supone para nosotros no una figura Dualista, es todo lo opuesto, Jesús
habla en categorías sobre el Bien y el mal y su poderosa influencia en un orden
injusto gobernado por los intereses humanos y la definición materialista de la
Ley Judía (Antropología sin trascendencia)… El barro que Jesús hizo a partir de
la mezcla con su saliva, hace parte de Ritos pre-existentes en otras Culturas
vecinas a los Judíos, pero de forma comprensiva vincula la Tradición a su Poder
como Hijo de Dios, deja a la Tradición Judía (Piscina de Siloe) el desenlace a
su gesto benevolente, para los Judíos tal acción en Sábado los incomoda porque
suponen la Prioridad de la Ley sobre la Caridad por el otro, qué es lo
Prioritario en la Humanidad?... Pareciera preguntar Jesús con su gesto
Misericordioso.
La incredulidad es un acto relativo a quien no experimenta su
vida Espiritual y no profundiza en la misma, aquellos “Incrédulos” son figura
de un corazón enraizado en la antigua ley, donde el prójimo era Sujeto de la
Norma y no fruto de la Misericordia… Estamos
ante una actitud que cierra literalmente las puertas a la existencia del otro y
no permite visualizarlo en la propia Historia de Salvación. Ese individualismo no permite ver la Intríngulis
personal y mucho menos sentir Misericordia o desarrollar en su Entrono acciones
de restauración en su propia condición (Enfermedad, angustia, pobreza, etc., acercándonos
a la Des-gracia).
Los Judíos Vivían la Ley anterior al Mandamiento Nuevo, lo
que en cierta medida marcaba su Cosmovisión religiosa y dejaba fuera todo aquello
que implicaba reflexión desde la Humanidad del Otro, pero Jesús piensa distinto
y busca introducir en esa cosmovisión la Igualdad
esencial y de Naturaleza de los Hijos de Dios, bajo la Autoridad del Amor y
la Caridad.
La ceguera espiritual aturde el entendimiento y la disposición
del alma para fundirse con su Dios, quienes no desarrollan esa conciencia vivirán
bajo signos materiales en la Des-esperanza…
Es por ello no posible morir porque no practica el suicidio, y busca mas allá de una respuesta su vida la trascendencia de su ser, pero no es descabellado pensar que halla aparecido una mujer en este acontecimiento, para lograr en Job que recapacite de sus cosas.
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